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Miopía infantil, soluciones y tratamientos

Miopía infantil, soluciones y tratamientos

Si has llegado hasta aquí es porque tienes indicios de que tu hijo tiene miopía infantil o ya has visitado a un especialista en optometría pediátrica y tenéis un diagnóstico claro.


¿Qué es la miopía infantil?

Como sabrás, la miopía infantil es una deficiencia refractiva que impide ver con claridad los objetos a distancias lejanas , un trastorno común que puede haberse manifestado gradualmente o quizás de una forma repentina y que si no tratamos con rapidez, empeorará durante toda la etapa infantil.

La miopía infantil ha evolucionado mucho en los últimos años, los considerados “nativos digitales” nacidos tras el año 2000, son más miopes desde más pequeños. Entre las causas fundamentales se consideran un estilo de vida sedentario y el uso excesivo de pantallas como móviles, tablets o televisión. Por todo ello, los exámenes visuales periódicos resultan fundamentales para detectar a tiempo la miopía y trabajar en su corrección.

Tipos de miopía infantil

En muchas ocasiones, la miopía es una causa genética, heredada de sus padres y que aumenta especialmente durante la niñez y adolescencia. En esta etapa es fundamental prevenir su desarrollo con los medios que tenemos a nuestro alcance. El tratamiento difiere según el paciente y el especialista por ello, siempre es recomendable acudir a un centro especializado en el tratamiento de optometría infantil.

En los niños se pueden presentar dos tipos de miopía: la simple o de desarrollo y la patológica.

La miopía simple

La miopía simple aparece durante la etapa escolar, suele tener un inicio repentino y los defectos refractivos van aumentando gradualmente, pero se estabilizan al final del desarrollo. Generalmente, no se asocia con problemas oculares degenerativos.

La miopía patológica

La miopía patológica, en cambio, comienza temprano, incluso a los 4 años de edad, con valores refractivos altos y progresión rápida durante la adolescencia. Puede asociarse con lesiones degenerativas corio-retinianas que se manifiestan en la vida adulta.

Debido a su progresión, los niños con miopía patológica deben acudir a revisiones oftalmológicas periódicas cada 6 o 12 meses para controlar la agudeza visual y la refracción.

 

Síntomas de la miopía en niños

De manera general, la miopía en niños suele ser detectada durante su periodo escolar, ya que muchos de los síntomas pueden ser notados fácilmente durante sus actividades escolares. Sin embargo, es importante prestar atención a ciertas señales en casa o en la escuela, como las siguientes:

  1. El niño frunce o guiña los ojos para intentar enfocar adecuadamente.
  2. Se acerca demasiado a los objetos para poder verlos mejor.
  3. Experimenta dolor de cabeza y cansancio con frecuencia.
  4. Puede mostrar mayor distracción y menos interés por actividades que requieren una buena visión a larga distancia, como ciertos juegos o deportes.
  5. El Niño puede tener un mayor interés en la lectura.
  6. Puede mostrar un carácter más reservado.

Es fundamental estar alerta a los signos que indican problemas de visión en niños pequeños, ya que ellos no siempre los expresan claramente. Si se detecta miopía infantil, la corrección se puede realizar a través de gafas, después de dilatar la pupila. En el caso de niños mayores, las lentes de contacto pueden ser una opción viable, especialmente para actividades específicas. Es importante que los padres comprendan que la miopía es una condición evolutiva y progresiva, lo que significa que la corrección de las lentes deberá ser ajustada con frecuencia.

¿Qué soluciones tenemos ante la miopía infantil?

– Seguro que tu primera opción son las gafas, el tratamiento más conocido y una forma sencilla de compensar la deficiencia refractiva de cada ojo. En este sentido, las opciones son muy variables ya que hoy en día contamos con una amplia gama de monturas y materiales de alta calidad que se adaptan a cada paciente. Pero previamente nuestros expertos siempre recomienda, que desde el inicio se lleve por un especialista un control de la miopía infantil.

– Lentes de contacto,

ya os hablamos hace tiempo sobre esta opción intentando resolver la incógnita ¿pueden los niños usar lentes de contacto?. No solo son aptas, sino que probablemente sea la opción más recomendada por su adaptabilidad y comodidad para los niños, además de otros beneficios.
Las lentes de contacto, en niños con miopía, pueden controlar el crecimiento hasta en un 60% de los casos, además, con las lentillas, ampliamos la calidad de visión y amplitud del campo visual.

– Ortoqueratología o lentes de contacto nocturnas.

Quizás no hayas oído hablar de esta opción, pero es uno de lo métodos más importantes a la hora de controlar la miopía. Orto-k es un procedimiento sencillo en el que se utilizan lentes de contacto nocturnas para reducir temporalmente los problemas refractivos. Estas, actúan en la córnea provocando un cambio de curvatura, y es apta para cualquier edad, permitiendo un control de la miopía evolutiva y frenando el crecimiento ocular.

Tratamientos para evitar que la miopía empeore

  • Gotas oftálmicas de atropina en baja concentración: Se puede retrasar la aparición de miopía en niños de 5 a 18 años mediante el uso de un tipo de gotas oculares que se usan para dilatar las pupilas en los exámenes de la vista, pero en dosis reducidas.
  • Lentes de contacto especializadas: Para algunos niños, el uso de lentes de contacto multifocales especializados que alteran su visión periférica puede limitar el crecimiento de sus ojos y retrasar la aparición de miopía.
  • Ortoqueratología u Ortho-K: Este tipo de tratamiento con lentes de contacto se usa por la noche para modificar la forma de la córnea y mejorar la visión borrosa durante el día. Sin embargo, su uso durante el sueño puede aumentar el riesgo de irritación e infección ocular.
  • Pasar más tiempo al aire libre: Mantener un equilibrio entre el tiempo de exposición a pantallas y el tiempo al aire libre puede contribuir a prevenir la miopía en niños y proteger su salud visual a medida que crecen.

Para los niños, ralentizar el crecimiento de la miopía es muy importante y solo a través del tratamiento adecuado podemos llegar a conseguirlo. Las consecuencias, a la larga pueden ser muy perjudiciales por lo que como siempre os decimos, las revisiones periódicas y acudir a un  centro de optometría especializado es la clave del éxito.

Además de estos métodos, conseguir que los niños disfruten de las actividades al aire libre, favorece en gran medida la estabilización de la agudeza visual y reduce la progresión de la miopía ya que se potencian las habilidades oculares.

Si tu hijo/a tiene o crees que puede tener miopía, no dudes en acudir a nuestra óptica en Málaga, te atenderemos encantados.

¡Pide tu cita sin compromiso!

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Categorías: Optometría Infantil
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