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Medidas para la vista cansada en adultos de + 40 años

Dos de cada tres personas adultas no toman medidas contra la "vista cansada"

Si tienes más de 40 años, es posible que alguna vez hayas cogido un producto en el supermercado y lo hayas alejado para leer la etiqueta. Este es uno de los principales síntomas de la vista cansada, un defecto visual que impide enfocar con nitidez objetos que se encuentran a corta distancia.

Este problema es una de las consecuencias más comunes del paso del tiempo. Conocida popularmente como “vista cansada”, la presbicia es una condición extendida entre personas adultas. Especialmente a partir de los 40 años, motivo por el cual muchas de ellas evitan acudir a revisión.

El tratamiento de la “vista cansada” implica asumir que estamos haciéndonos mayores. De hecho, el estudio VER&SE BIEN señala que el 65% de las personas afectadas por la presbicia no comienzan a poner soluciones hasta pasados tres meses de los primeros síntomas. Este informe, elaborado por la Sociedad Española de Oftalmología y el fabricante de lentes progresivas Essilor, ofrece información sobre este defecto visual y cómo lo enfrentan los adultos españoles.

Síntomas de la vista cansada

Los primeros síntomas de la presbicia, también conocida como vista cansada, suelen presentarse entre los 40 y los 45 años. Si te encuentras experimentando algunos de los siguientes síntomas, es posible que estés sufriendo de vista cansada:

  1. Dificultad para enfocar objetos cercanos: uno de los principales síntomas es tener dificultad para enfocar objetos cercanos. Esto puede hacer que necesites alejar o acercar los objetos para poder verlos con claridad.

  2. Necesidad de mayor iluminación: es posible que necesites cada vez más iluminación para tener una buena visión, especialmente en lugares con poca luz. Este síntoma es menos perceptible en lugares brillantes, ya que la pupila se contrae.

  3. Problemas con la lectura: puede que sientas que las letras se amontonan o se mezclan mientras lees.

  4. Dificultades en tareas cotidianas: realizar tareas como conducir o escribir puede requerir un esfuerzo visual mayor al que estás acostumbrado.

  5. Fatiga ocular: después de realizar ciertas tareas, puede que sientas que necesitas descansar tus ojos. Por ejemplo, después de leer durante un largo período de tiempo.

  6. Dolor de cabeza: el esfuerzo visual prolongado puede provocar dolores de cabeza que se producen con mayor frecuencia.

 

Las lentes progresivas, principales aliadas frente a la “vista cansada”

En nuestro blog ya hablamos anteriormente sobre la presbicia. A pesar de ser un fenómeno irreversible, la detección temprana y el uso de lentes permite dar respuesta a sus síntomas. Por eso, Barbarela recomienda hacerse un examen visual en el momento en el que se detecten los primeros problemas.

Saltarse las revisiones puede implicar consecuencias como dolores de cabeza, enrojecimiento de los ojos y fatiga visual. El motivo es el esfuerzo constante para enfocar con nitidez.

El examen visual permite detectar la presbicia en sus primeras etapas, evitando que se desarrollen sus efectos de forma que se vuelva irreversible. Entre las principales soluciones se encuentra el uso de lentes progresivas, que proporcionan una visión natural, ya que están graduadas tanto para distancias cortas, intermedias y lejanas.

Frente a las lentes monofocales, que solo ofrecen mejoras visuales en el plano corto o largo, los progresivos permiten una buena visión en el plano intermedio. Una de las principales críticas que se hacen a las lentes progresivas, sin embargo, es la dificultad que pueden encontrarse sus usuarios para poder acostumbrarse a estos cristales.

¿Qué tratamiento para la vista cansada existe?

  • Las lentes bifocales: combinan dos tipos de cristales en una misma lente. La parte inferior se utiliza para ver de cerca, mientras que la parte superior se usa para ver de lejos. Sin embargo, cada vez se utilizan menos y están siendo sustituidas por las lentes progresivas.
  • Lentillas monofocales: Si únicamente sufres de vista cansada y no tienes otros problemas visuales como miopía o hipermetropía, es posible que puedas optar por usar gafas diseñadas específicamente para la lectura o para tareas que requieran un mayor esfuerzo visual.
  • Lentes de contacto progresivas: son una opción óptima para corregir la presbicia junto con la miopía o la hipermetropía. Estas lentes tienen la ventaja de no tener una línea divisoria y, además, son más cómodas y estéticamente atractivas. 

Cómo elegir unas lentes progresivas adecuadas

La mejor manera para llevar a cabo una adaptación correcta al uso de los progresivos es llevar a cabo un estudio minucioso antes de la fabricación de las lentes. De esta manera, se puede hacer una adaptación individualizada que permita una visión cómoda y natural.

Desde Barbarela se recomienda el uso de estas lentes, puesto que permiten llevar una vida lo más parecida, visualmente hablando, a antes de ser présbitas. Si quieres más información sobre cómo elegir unas lentes progresivas adecuadas, puedes comenzar leyendo este artículo de nuestro blog. Pero si quieres comprarte unas lentes progresivas adecuadas, pídenos cita y empezaremos por un examen visual.

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