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Coordinación ojo-mano, habilidades visuales iniciales

Coordinación ojo-mano, habilidades visuales que desarrollamos desde bebés.

¿Qué entendemos por coordinación ojo-mano?

La capacidad de coordinar la vista y las manos se conoce como coordinación ojo-mano, la cual implica la habilidad cognitiva de llevar a cabo tareas simultáneas utilizando ambas partes del cuerpo. En términos más simples, se trata de utilizar la información visual que nuestro cerebro recibe para llevar a cabo acciones manuales. También se puede denominar como coordinación óculo-motora, óculo-manual o visomotriz.

En el caso de los niños, la coordinación ojo-mano es una habilidad crucial en su proceso de aprendizaje, ya que les permite realizar actividades manuales basándose en la información visual que reciben. Esta habilidad también es esencial en la vida adulta para realizar diversas tareas.

¿A qué edad se desarrolla la coordinación ojo-mano?

El desarrollo de la coordinación ojo-mano se efectúa a partir de los primeros seis meses de vida y forma parte de nuestros reflejos primitivos. No solo se relaciona con las manos, sino con todo nuestro cuerpo y es que esta habilidad es la responsable de hacer reaccionar a nuestro cuerpo ante un estímulo visual, determinando incluso, el tiempo de reacción. 

Por ejemplo, cuando un bebé reacciona ante un peluche que le enseña su madre, siguiéndolo con su vista y queriendo alcanzarlo con su mano, está trabajando en el desarrollo de su coordinación ojo-mano, midiendo las distancias y dejando atrás los automatismos para, progresivamente ser sustituido por patrones de movimiento controlados. 

¿Por qué es importante aprender y desarrollar la coordinación ojo-mano? 

Como ya sabéis, la visión juega un papel fundamental en el aprendizaje y en las relaciones sociales, una falta de coordinación ojo mano influye de forma negativa en varios aspectos: 

  1. En la lectura o escritura, la integración visual y motora es fundamental, ya que necesitamos tanto las manos como nuestros ojos para poder escribir correctamente, no salir de las líneas, poder leer siguiendo un orden adecuado, etc. 
  2. En los deportes y actividades rutinarias, un correcto desarrollo de esta habilidad le dará más confianza a la hora de coger una pelota o jugar con bloques, el control de las distancias aquí, es fundamental. 

Cómo mejorar las habilidades y coordinación ojo-mano

Un problema en el desarrollo de esta habilidad a menudo no se descubre hasta la etapa infantil, en la que el niño empieza a tener problemas para escribir o leer y es derivado a su primera revisión con el optometrista infantil. La observación es fundamental en estos casos, ya que si identificamos un problema visomotriz en nuestros hijos/as podemos acudir a una revisión y no necesariamente esto desencadene en una deficiencia refractiva, es decir, puede que vea bien y su agudeza o percepción visual sean del 100% pero la coordinación del sistema visual con el cuerpo no esté del todo desarrollada. 

En otras palabras, el sistema visual y motor no se comunican de la forma adecuada. En estos casos, la terapia visual es nuestra mejor aliada, ya que a través de ejercicios y actividades dirigidas por especialistas podemos trabajar en el desarrollo de las habilidades visuales y llevar a los pequeños al punto en el que deberían estar. 

 

Para que puedas trabajar la actividad de ojo-mano, te proponemos algunos sencillos juegos que puedes poner en práctica este verano: 

  • Si tu hijo/a aún es un bebé de pocos meses, sus movimientos serán fortuitos por lo que debemos empezar a generar intención con juguetes que hagan ruido y llamen su atención con colores vivos. Que descubran diferentes texturas y tamaños mientras aprenden a calcular las distancias entre su mano y el objeto. 

 

  • Dibujar:  es una de las primeras actividades previa a la escritura o la lectura, empezarán con garabatos aprendiendo a que su mano y visión deben trabajar juntos. Ve avanzando en esta actividad delimitando espacios, formas dentro de cuadrados, dibujar formas, no salirse de las líneas… poco a poco definirá la relación entre lo que ve y cómo lo dibuja. 

 

  • Los juegos de balón y los bloques:  son dos actividades que les ayudará también a calcular las distancias, la fuerza y profundidad de los objetos mientras aprenden que la coordinación de los ojos y las manos les ayuda a guiar su fuerza y dirección al lanzar una pelota. 

 

  • Identifica las partes del cuerpo: Un juego sencillo y entretenido para que los niños mejoren su coordinación ojo-mano consiste en pedirles que cierren los ojos y luego mover una parte del cuerpo mientras se les pregunta para qué sirve.

 

  • La pelota y la pared: Este juego no solo es útil para mejorar la coordinación ojo-mano en niños, sino que también es beneficioso para adultos y personas mayores. Se trata de pararse frente a una pared con una pelota, como una de baloncesto, lanzarla contra la pared y atraparla después.

 

  • La raqueta: Agarrar una raqueta por el mango y empezar a golpear una pelota para que rebote hacia arriba es el objetivo de este juego. El objetivo es mantener la pelota rebotando sin mover los pies ni perder la pelota. Repita este ejercicio alrededor de 50 veces y luego realice el ejercicio al revés, es decir, golpee la pelota hacia el suelo de la misma manera con la raqueta.

 

Esperamos que te haya sido de utilidad este post sobre la coordinación ojo-mano en niños y recuerda, ante cualquier alarma, acude a nuestras ópticas en Málaga y pide cita con un especialista en optometría infantil. 

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Categorías: Optometría Infantil
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